Las acusaciones de fraude del gobierno de Estados Unidos contra Standard & Poor’s se basan en correos electrónicos y otros documentos que según las autoridades comprueban que la agencia de calificación crediticia asignó intencionalmente calificaciones altas a inversiones hipotecarias riesgosas, que al final se desplomaron y que ayudaron a detonar la crisis financiera.
S&P rechaza las acusaciones. Afirma que los correos electrónicos fueron sacados de contexto y que no prueban ningún acto ilegal.
Aquí algunos ejemplos de la evidencia presentada por el gobierno:
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– En abril de 2004, ejecutivos de S&P distribuyeron un borrador de propuesta para cambiar la forma en la que califican las inversiones. El nuevo sistema de calificación consideraría la reacción potencial del inversionista, algo que en lenguaje financiero se llama “market insight” (percepción del mercado). Bajo este sistema propuesto, los analistas de S&P encuestarían a banqueros que planearan emitir acciones y a inversionistas que pudieran comprarlas.
Un ejecutivo de S&P protestó en un correo: “¿Qué quieren decir por ‘percepción del mercado’ con respecto a un propuesto cambio de criterio? ¿Qué tiene que ver la ‘implicación de calificación’ con la búsqueda de la verdad? ¿Están insinuando que podríamos de hecho rechazar o sofocar la ‘lógica superior’ por consideraciones de mercado?… ¿Significa esto que vamos a revisar nuestros propuestos cambios de criterio con inversionistas, emisores y banqueros de inversión?… ¡NUNCA los encuestamos para complacerlos ni por aceptabilidad!”.
El gobierno dice que las preocupaciones del ejecutivo no fueron tomadas en cuenta. S&P sostiene que bajo “ciertas regulaciones recientes” está obligado a analizar los criterios de calificación propuestos con los participantes del mercado.
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– Un memorándum de julio de 2004 dijo a empleados que “cualquier preocupación acerca de la objetividad, integridad o validez” del proceso de calificación debía ser expresada en persona, no por escrito. “Si no es factible hablar con la persona, sólo entonces deben expresarse estas preocupaciones en un correo electrónico o memorándum escrito”.
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– En agosto de 2004, un ejecutivo expresó preocupación de que S&P perdería negocio ante sus firmas rivales, como Moody’s y Fitch, a menos que diera calificaciones más favorables a las inversiones. “Nos reuniremos con su grupo esta semana para analizar los ajustes de criterio para calificar CDOs (obligaciones de deuda colateralizadas, un tipo de inversión) de activos de bienes inmuebles debido a la persistente amenaza de perder negocios”.