Con un ajustado vestido blanco y unas sandalias con un tacón de vértigo, la actriz australiana llegaba al Festival de Cannes para presentar la película Grace de Mónaco, en la que encarna a Grace Kelly en sus años de princesa.
La cinta está dirigida por el director francés Olivier Dahan y la actriz está encantada con el papel de elegancia y sofisticación que le ha tocado desempeñar. Además, la película ha contado con diseñadores de vestuario como Gigi Lepage y Cartier ha diseñado la joyas del largometraje para que sean copias idénticas a las que portaba la princesa de Mónaco.