LONG BEACH, California, EE.UU. (AP) — La cantante Jenni Rivera —quien murió al desplomarse el avión en el que viajaba en México— fue homenajeada el domingo durante un acto al que asistieron mujeres hispanas víctimas de violencia doméstica, a quienes la artista apoyó en vida.
Previo al momento cúspide del acto —cuando se entregó el Premio Ángel en reconocimiento a la labor altruista de individuos que colaboran con la causa— se exhibió un video emotivo con imágenes de la famosa cantante en todo su esplendor, acompañadas con la canción La Martiniana interpretada por Lila Downs.
En representación de la familia de la cantante, Nancy Saavedra, una prima de Rivera, recibió el galardón durante la novena comida “Spirit of the Christmas Brunch”, organizada por la asociación no lucrativa California Families in Focus.
Saavedra agradeció el apoyo y respeto de la comunidad en estos momentos de intenso dolor por la muerte de la cantante, quien falleció el 9 de diciembre tras desplomarse el avión privado en el estado mexicano de Nueva León. Rivera viajaba con otras seis personas y no hubo sobrevivientes.
“Es un honor para mí” recibir el premio, dijo Saavedra al término de la ceremonia. “Yo este año le pedí a mi prima si podía ayudar a la organización y rapidito me dijo que sí podía. Mi prima trajo pijamas y las cosas que necesitaban las mujeres para los albergues. Ya se había hablado de que ella vendría personalmente a recibir su reconocimiento”.
Saavedra dijo que aún no tiene los detalles de los servicios funerarios de “La Diva de la Banda”, ya que la familia sigue con los preparativos.
“Nomás vine para llevarle este reconocimiento a mi tía y para que lo miren ellos, aunque ya saben que linda fue. Todo lo que hizo por la gente de Long Beach y por muchas otras personas”, concluyó.
Durante el convite para las mujeres hispanas víctimas de la violencia doméstica se realzó el legado de la artista desaparecida.
“A nosotras nos sirve mucho su ejemplo (de Rivera) para seguir adelante. Saber que sí se puede, aunque tengamos hijos. Es una pena lo que sucedió”, dijo una mexicana joven que vive con sus tres hijos en Los Angeles. “Jenni Rivera pasó por situaciones similares”, agregó.
Para muchas de las mujeres que asistieron al acto, la artista las inspiraba en su música con un mensaje alentador.
“Era una mujer de amor, una mujer que uno puedo decir ‘ella mi inspira a cambiar y a salirme de mi relación”’, dijo otra de las asistentes, que solicitó el anonimato.
Rivera apoyaba a estas familias en crisis mucho más que con buenos deseos. Este año era el segundo en el que Rivera estaba involucrada directamente en la realización del evento “Spirit of Christmas Brunch”.
Ángel Macías, fundadora de la organización California Families in Focus, dijo que durante los últimos dos años contaron con el total apoyo de la cantante.
“Invitamos a Jenni, año tras año… El año pasado nos contestó. Nos mandó una camioneta llena de juguetes para los niños… Este año, ella fue la que nos contactó y nos preguntó que necesitábamos. Yo le dije que nos íbamos a enfocar en las mujeres que están viviendo en los refugios de violencia familiar, y nos mandó un camión lleno de pijamas y pantuflas”, dijo Macías.
Macías dijo desde que inició este evento navideño entregan el Premio Ángel para reconocer la labor altruista de individuos que colaboran con la causa.
“Este año, mi mesa directiva y yo estábamos poniendo nombres de quien se lo merecía… cuando yo puse el nombre de Jenni Rivera todos votaron que sí… Hace un mes paso todo esto, así que cuando me llegó la noticia me puse a llorar como un niño porque sentí como un vacío y un nudo en la garganta… Había tantas ilusiones y tantos proyectos… Me encantaría que hubiera estado ella con nosotros para recibir su premio, pero su espíritu está aquí”, agregó conmovida.
Al inicio de la comida, las decenas de asistentes fueron recibidas con una rosa antes de ser escoltadas a sus respectivos asientos por estudiantes de secundaria uniformados.
Canciones navideñas, actividades para los niños, comida de la temporada, sonrisas, pero también lágrimas llenaron el restaurante Gaslamp en Long Beach, California, ya que para muchas de estas mujeres que viven en albergues para alejarse del maltrato en el ámbito familiar, la famosa cantante era un símbolo de fortaleza.
Associated Press
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